Desde el abandono del cansancio, te observo evolucionar.. siento envidia.. sí…
,..mucha…
Aquí, en los entresijos de mis pensamientos, que al mezclarse con estos sentimientos necesitados de aire, sólo brota miedo y cobardía… espero… intento recuperar esperanza… sólo la suficiente para darme un respiro, para poner en orden este desbarajuste de sensaciones..
Este cuerpo mío tiritando de padecimientos por un lado… este corazón acartonado, inmóvil .. reseco .. desilusionado…
y en cambio…
esta alma “fresca” infantil que alucina mirando a cada lado, preguntando qué pasa.. dónde se esconden , qué se ha perdido, qué falta… como a destiempo..
Si es mi alma quién salva mi vida, quién rescata del sinsentido y la locura al que desemboca ésta falta de carácter.. esta carencia de decisiones.. este barbecho de fé…
Mi alma, mi mente, mi corazón… unión piramidal , trazo perfecto que no consigo componer..
Cuántas preguntas llenaban mi mente, cuántos sentimientos alborotaron mi corazón, eran tantas las sensaciones que abrigaban mi alma… me despierto.. ( me pregunto).. ¿dónde se diluyó la ilusión?..
Siento envidia.. sí… mucha… de tu dicha, de tu juventud, de tu consciencia, de tu tiempo aprovechado, pero cuánto me alegro mi niña… de verte crecer…
Siento que te quiero con toda mi alma… es lo único que sé…