martes, 26 de abril de 2011

un café..

¿Hablamos de placeres?
ya que los pensares y decires,
de pesares llenan todos los vacíos, 
ocupando demasiados espacios...
sin producir ni reproducir materia ó acción que anuncie ó transforme el decadente -actual - estado,
(un cambio)
yo.. busco... es más.. lanzo un reto al agrado..

.. el placer del café..


el placer del café a media tarde, ese que no comparto , que sólo mi boca disfruta, pero transciende de mis labios, porque la sonrisa se expande , comunicando.. el regalo..


.. y así... aquí sentado (*).. jugueteando con la taza en la mano,
cerrar los ojos.. y..
aspirar,
permitir que penetre, 
que se introduzca liviano
chapoteando las notas de olor
aromas dulces de espuma
de insaturable empalago
calor del líquido ..en color negro.. tornasolado..
perezoso, como diminutos lagos..
en la cucharilla,
contra el metal... descansando (recostado)..
Aceptar su temperatura
llevarlo de presente a pasado..
y aún así, recuperar el sabor de su textura
calentando la garganta a su paso...
un café..
un espacio..
recuerdos 
sensaciones...
el placer en los labios..
un café..


... cuando quieras quedamos ...
(*)  (Cafeteria " Latino" de Orense)

4 comentarios:

  1. ROSA DE LOS VIENTOS27 de abril de 2011, 9:43

    Hasta aquí me llega el aroma del café¡¡¡ ...
    qué bueno siempre .. pero más cuando sirve como excusa para quedar con los amigos y parlotear de todo y de nada .....
    ¿hacemos una escapada al Latino?

    Besotes, isla ...

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  2. He estado en ese café varias veces en mi vida.
    El café tiene algo especial, único.
    Solo o acompañado, tomar un café es algo mágico.
    Una mesa de mármol, una mirada limpia enfrente que te observa, un café rico...... y que el mundo estalle en pedazos.

    Saludos.

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  3. No soy muy afecto al café, pero me pasa algo parecido con el mate. "Si el único diálogo que tengo es con este jarrito verde estoy frito", cuentan en Rayuela, de Julio Cortázar.

    Beso gande

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  4. siempre he creído que las letras saben mejor con el sabor oxido del café y el cigarro, imaginate solo echarte en la boca un trago pequeño de café con una bocanada de benedetti, dejartelos en los labios, sostener ambos sabores en los labios, y cuando finalmente se diluyan hacia la garganta, fumar un poco, apenas antes del siguiente trago de letras...

    Deshora.

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