y no sirve de nada correr despavorido de esa piel que te conforma (y recoge),
cárcel de temperatura aborrecible,
latido de sonido insoportable,
cada respiración duele como un nuevo zarpazo,
profundo...
dentellada de lucidez demoledora,
perforando de raíz .. la razón,
destruyéndola en un instante...
ofreciendo sal a la nueva grieta abierta en el corazón...
(me llamo "asesino"... pero yo... yo...no luché .. me dejé morir...)
Haces que el lector tiemble y quiera escapar, sin embargo lo bien escrito y lo dicho lo atrapan hasta el final.
ResponderEliminarUn abrazo gigante.
www.hablaspalabras.blogspot.com
A veces somos asesinos de nosotros mismos.
ResponderEliminarNuestros peores enemigos.
Besos.
Es algo aterradora la rutina conformada que presentas,ese devenir de la costumbre ya odiada al parecer,hasta morir.
ResponderEliminarMuy intenso,Isla.
Besos.
Si el asesino lo tenemos dentro, mi ISLA...
ResponderEliminarEs cierto, es lo pero que puede suceder a una persona, pero aún así se le puede hacer frente... es lo más aterrador que se me ocurre y lo has dibujado de maravilla... pero siempre, absolutamente hay que luchar... lo último es dejarte morir... eso, ni en broma, ni en poesía, ni en prosa...
¡¡¡NOOOOOOO TE DEJO!! :-)
Muaaaaaaaaaaaakss preciosa... si me necesitas silba... y...
¡¡ Te saco al alien por los pelos si hace falta !!:))
Apreciada escritora, en A Viva Voz he dejado un pequeño y humilde homenaje a tu talento, espacio y amistad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quizás no haya manera de escapar.
ResponderEliminarIncluso diría que mejor es no escapar.
Saludos.